ODS 5: Igualdad de Género

 En Curiositá, Perspectiva ODS

Yudith Gil. Gerente de proyectos en AUREN BLC

Dentro de los objetivos que se gestaron en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en 2012 en río de Janeiro, se encuentra el objetivo de conseguir una igualdad de género efectiva a nivel mundial. Este objetivo deriva de los Objetivos de Desarrollo del milenio (ODM) acordados en el 2000, en el que se incluían referencias a disminuir la mortalidad infantil y mejorar la salud materna.  

 

¿Por qué incluir dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) la igualdad de género? 

Porque las mujeres y las niñas representan la mitad de la población mundial, y también, por tanto, la mitad de su potencial. La desigualdad de género persiste hoy en el mundo y provoca el estancamiento del progreso a nivel social. En 2014, 143 países tenían garantizada en sus constituciones la igualdad entre hombres y mujeres, pero otros 52 no habían contraído compromisos al respecto. 

¿Cómo afecta la desigualdad de género a las sociedades? 

Con independencia de nuestro lugar de residencia, origen o nacionalidad, la igualdad de género es un derecho fundamental. Promover la igualdad de género es muy importante para conseguir una sociedad sana: reducción de la pobreza, educación, protección y bienestar de las niñas y niños y, por supuesto, la promoción de la salud.  

Adicionalmente, la participación de las mujeres en la fuerza laboral añade puntos a la mayoría de las tasas de crecimiento nacional. La falta de capacitación del colectivo femenino se traduce en menos oportunidades para acceder al mercado de trabajo. 

¿Cuáles son algunas de las cifras que nos hablan de que todavía se tienen mucho trabajo que hacer por delante? 

A nivel mundial, según la ONU: 

  • Las mujeres siguen ganando un 24% menos que los hombres a nivel internacional. A nivel España la brecha de género e de 14,9%. 
  • Casi 15 millones de niñas en el mundo (menores de 18 años) contraen matrimonio cada año. Esto equivale a unas 37.000 al día.
  • Un tercio de los países en desarrollo no han logrado paridad de género en la enseñanza primaria.
  • Una de cada cinco mujeres y niñas, incluido el 19% de las mujeres y las niñas de 15 a 49 años, han sufrido violencia física y/o sexual por parte de una pareja íntima, durante los últimos 12 meses. Sin embargo, en 49 países no existen leyes que protejan específicamente a las mujeres contra tal violencia.

  • Unos 133 millones de niñas han sufrido alguna forma de mutilación/ablación genital en los 29 países de África y Medio Oriente.
  • En 18 países, los esposos pueden impedir legalmente a sus mujeres que trabajen. En 39 países las hijas y los hijos no tienen los mismos derechos de herencia; y en 49 países no existen leyes que protejan a las mujeres contra tal violencia.

 ¿Cuáles son los principales hitos de este ODS? 

  1. Poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas en todo el mundo.
  2. Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación.
  3. Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina.
  4. Reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país.
  5. Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública.
  6. Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos según lo acordado de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing(poner enlace) y los documentos finales de sus conferencias de examen. 
  7. Emprender reformas que otorguen a las mujeres igualdad de derechos a los recursos económicos, así como acceso a la propiedad y al control de la tierra y otros tipos de bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales.
  8. Mejorar el uso de la tecnología instrumental, en particular la tecnología de la información y las comunicaciones, para promover el empoderamiento de las mujeres.
  9. Aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas a todos los niveles. 

 ¿Qué puedo hacer yo para contribuir al desarrollo de este objetivo? 

  • Dar la importancia a este objetivo, así como a las leyes dictadas en España en materia de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
  • Utilizar, en la medida de lo posible, un lenguaje inclusivo. Recuerda que “lo que no se nombra no existe” (Wittgenstein).
  • Erradicar de tu vocabulario expresiones o bromas “machistas” y no reírte de las que hacen otras personas.
  • Entender que feminismo y machismo no son términos antagónicos. La lucha de las mujeres no es contra los hombres, sino contra la desigualdad de oportunidades.
  • Informarte e intentar entender y/o respetar las posturas e ideas de otras personas con referencia de estos temas. 
  • Actuar y educar desde la corresponsabilidad entre los géneros.

 ¿Y dentro de las organizaciones, qué se puede hacer? 

Lo primero es no minimizar la importancia de seguir hablando y evolucionando en esta materia. Es verdad que en España el ámbito empresarial es el más regulado en lo que se refiere a la participación de la mujer. Sin embargo, con los diagnósticos y planes de igualdad muchas empresas empiezan a ser conscientes que, si bien la discriminación no es directa, las diferencias siguen existiendo y una tarea fundamental es identificar sus causas, que muchas veces no son evidentes. 

El principal problema no está en las desigualdades que conocemos, sino en las veladas o invisibles. La desigualdad velada es aquella que es difícil de medir, que todxs sabemos que existe, pero que queda en el ámbito doméstico y familiar y, en mayor medida en los micromachismos en los que tantos hombres, como mujeres, caemos sin darnos cuenta.  

Se trata de, tal y como decía Carl Jung, “hacer consciente lo inconsciente”. 

 

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