El mentor: Coaching para la inserción laboral en grupos sociales desfavorecidos

 En Perspectiva ODS

José Luis Rodríguez. Fundación Personas y Empresas

La inserción laboral para personas en riesgo de exclusión social pertenecientes a grupos sociales desfavorecidos: jóvenes, mujeres víctimas de violencia de género, parados de larga duración de más de 50 años, refugiados, personas sin hogar, etc., hasta hace unos años pasaba por un proceso relativamente corto de formación profesional de primer nivel para ocupaciones de baja cualificación. Las ONGs y Entidades que han venido trabajando con estos colectivos han hecho un esfuerzo importante por complementar esa formación con un acompañamiento que implicaba, entre otras actividades, el entrenamiento en habilidades sociales como la autoestima, la iniciativa o la motivación. Mientras el mercado de trabajo dominado por los sectores de la construcción y el turismo, contaba con un porcentaje de paro bajo, inferior al 7%, era relativamente fácil poder insertar laboralmente a estas personas.

Sin embargo, a medida que el mercado de trabajo se ha ido deteriorando como consecuencia de la crisis económica, con porcentajes de paro superiores al 20%, la dificultad de estas personas ha aumentado exponencialmente. Si las que podríamos denominar como “integradas”, expulsadas del mercado por los Eres. Éste u otros procesos de reducción de plantilla, al pasar a engrosar las filas del paro veían mermadas sus posibilidades de reinserción, la situación se volvía poco menos que imposible para las “no integradas”, lo que evidenciaba que su inserción o reinserción laboral según los casos, requería de una nueva metodología y nuevas herramientas, orientadas a satisfacer las nuevas demandas del mercado de trabajo. Así, aparecían en este campo las habilidades del coaching y el mentoring.

En este contexto, la Fundación Personas y Empresas toma la decisión de diseñar una metodología, el Pasaporte de habilidades para el empleo, enfocada al mercado actual de trabajo que consta de varias fases donde se integran el mentoring y el coaching como pilares básicos del proceso.

Los elementos básicos de esta metodología son los siguientes:

Nivel 1. Sigue siendo necesaria mantener como base la formación profesional técnica que las ONGs venían impartiendo, dando quizá mayor importancia a las prácticas en empresas que ahora suelen ofrecer esa formación dentro de sus programas de RSE, y a las habilidades psicosociales básicas.

Nivel 2. Formación y Entrenamiento en habilidades sociales a través de técnicas grupales que incluyen el role-playing, pues se trata de que los participantes incorporen no solo conocimientos sino sobre todo una nueva actitud, comportamientos y habilidades.

 Nivel 3. Formación en Técnicas Activas de Empleo, y en particular para generar la ‘tarjeta de presentación’ que ha de ser el curriculum vitae, donde la persona ha de transformar el clásico CV plagado de lugares comunes de formación y  experiencia, para mostrar su aportación de valor diferenciada al puesto al que se presenta. Además hay que elaborar un discurso, soporte de esa aportación, que habrá que hacer valer en la entrevista de selección.

Para este tipo de puestos poco cualificados, los procesos de selección buscan personas con cierta formación técnica (salvo en los casos que la empresa suministra la formación), y sobre todo la actitud para buscar la oportunidad de demostrar su valor, su iniciativa así como la motivación y las ganas de aprender.

Nivel 4. Mentoring personalizado para acompañar a los participantes en el desarrollo de acciones de mejora individual. Ya no basta con hablar de acompañamiento, sino que hay que ir más allá y por eso hay que dar entrada a las habilidades de mentoring donde el mentor, buen conocedor del mercado de trabajo actual, ayudará al mentee a plantearse sus objetivos para conseguir ser capaz de desarrollar y desempañar las habilidades que se le demandan, planificar la búsqueda de trabajo como un trabajo en sí mismo, asumir y dirigir su proceso de búsqueda, algo que no deben hacer las ONGs. El mentor igualmente dará feedback y retará al mentee a seguir avanzando.

Nivel 5. Coaching de sostenibilidad en el empleo.

Aunque la precariedad del mercado de trabajo actual no favorece empleos con una cierta estabilidad temporal, sino mas bien todo lo contrario, es importante que cuando estas personas consigan acceder a un puesto de trabajo, tengan a su lado un coach que les ayude en el sostenimiento en el empleo. A veces, estas personas muestran cierta inestabilidad personal y un desconocimiento importante de lo que es un trabajo y las reglas básicas para desenvolverse en el mismo. El coaching puede ayudar a estas personas a reflexionar y a tomar conciencia de todos los acontecimientos que se producen en y alrededor del trabajo, de manera que sepan resolver situaciones difíciles o conflictos y así sean capaces que de seguir adelante y consolidar su integración social y laboral.

La práctica mantenida por la Fundación Personas y Empresas  nos confirma que la inclusión de esta nueva metodología con sus diferentes niveles es una condición sine qua non para la inserción laboral en el mercado de trabajo actual, aunque dado el mercado de trabajo que tenemos a veces no será una condición suficiente.

 

José Luis Rodríguez. Fundación Personas y Empresas

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