Empresa saludable

 En Perspectiva ODS

A diferencia de la acción preventiva, la promoción de la salud en el entorno laboral no es una obligación legal y sigue sin estar presente en buena parte de las políticas y prácticas de los estados europeos, así como de las organizaciones que en ellos actúan (S. Verra, A. Benzerga, B. Jiao y K. Ruggeri. Health Promotion at Work: A Comparison of Policy and Practice Across Europe. Safety and Health at Work 2019; 10, 21-29)

No obstante lo anterior, desde hace unos años estamos asistiendo a una verdadera eclosión en el interés por diseñar y poner en marcha políticas, estrategias, planes e iniciativas de promoción de salud en el trabajo, entendiendo que unos trabajadores saludables son el activo más importante de una organización. En este sentido, desde la OMS se ha planteado que “la riqueza de las empresas depende de la salud de los trabajadores” (Dra. Maria Neira, Directora, Departamento de Salud Pública y Ambiente, Organización Mundial de la Salud).

En 2007 la OMS definió su “Plan de acción mundial sobre la salud de los trabajadores” con los siguientes objetivos:

  • Elaborar y aplicar instrumentos normativos sobre la salud de los trabajadores
  • Proteger y promover la salud en el lugar de trabajo
  • Mejorar el funcionamiento de los servicios de salud ocupacional y el acceso a los mismos
  • Proporcionar datos probatorios para fundamentar las medidas y las prácticas
  • Integrar la salud de los trabajadores en otras políticas

En nuestro país, la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2015-2020 es la traslación concreta a una política pública del interés por fomentar hábitos de vida saludables y seguros en el ámbito laboral.

Con carácter general, los modelos de empresa saludable desarrollados están inspirados en el modelo de ambientes de trabajo saludables de la OMS (Ambientes de Trabajo Saludables:  un modelo para la acción. OMS 2010).

“La Salud no se puede alcanzar a través de enfoques o acciones individuales, sino de la integración social de estrategias que tengan, como objetivo último, la salud de los individuos que forman parte y constituyen esa sociedad”. (Carta de Otawa 1986, Gestión de Salud)

El entorno laboral se configura, por tanto, como un recurso valioso para promover la salud debido a que los trabajadores representan un porcentaje importante de la población y, además, pasan una parte importante de tiempo desarrollando su actividad laboral.

 

¿Qué es una Empresa Saludable?

Un lugar de trabajo saludable es aquel en el que los trabajadores y los demás miembros de la organización, colaboran en la aplicación de un proceso de mejora continua para proteger y promover la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores y la sostenibilidad del lugar de trabajo, teniendo en cuenta las siguientes consideraciones establecidas sobre la base de las necesidades previamente determinadas:

  1. Salud y seguridad en el entorno físico de trabajo.

El ambiente físico de trabajo se refiere a la estructura, aire, maquinaria, mobiliario, productos químicos, materiales y procesos de producción en el trabajo. Estos factores pueden afectar a la seguridad y salud física de los trabajadores, así como a su salud mental y bienestar. Si el trabajador cumple sus tareas al aire libre o en un vehículo el entorno físico de trabajo es ese emplazamiento. En definitiva, incluye los aspectos abordados tradicionalmente desde las áreas técnicas de los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales.

2. Salud, seguridad y bienestar en el entorno psicosocial de trabajo.

El entorno psicosocial de trabajo incluye la organización del trabajo, la cultura institucional y las actitudes, los valores, las creencias y las prácticas que se exhiben diariamente en la empresa y afectan el bienestar psicológico y físico de los empleados. Estos factores muchas veces se denominan factores estresantes del lugar de trabajo en general y pueden provocar estrés emocional o mental a los trabajadores.

3. Recursos de salud en el lugar de trabajo.

Los recursos personales de salud en el lugar de trabajo consisten en el entorno propicio, los servicios de salud, la información, los recursos, las oportunidades y la flexibilidad que brinda una empresa a los trabajadores con el objeto de apoyar o motivar sus esfuerzos por mejorar o mantener sus prácticas personales de estilo de vida saludable, así como vigilar y apoyar su estado actual de salud física y mental.

4. Participación en la comunidad.

Las empresas existen en las comunidades, las afectan y se ven afectadas por ellas. Como los trabajadores viven en las comunidades, su salud se ve afectada por el entorno físico y social de la comunidad. La participación de la empresa en la comunidad comprende las actividades que realiza la empresa y los conocimientos especializados y otros recursos que aporta a la comunidad o comunidades en las que funciona, tanto en sus aspectos físicos como sociales, y que afectan la salud física y mental, la seguridad y el bienestar de los trabajadores y sus familias. Esto incluye las actividades, los conocimientos especializados y los recursos aportados al entorno local inmediato, pero también al entorno más general.

 

En definitiva, esta caracterización de entorno de trabajo saludable supone una evolución conceptual desde un enfoque casi exclusivo en los aspectos relativos al ambiente físico de trabajo (riesgos físicos, químicos y ergonómicos), hasta otro ampliado y más completo en el que se incluyen hábitos de salud/estilos de vida, factores psicosociales y entorno próximo (relaciones con la comunidad y con el ambiente que pueda tener un efecto en la salud).

 

Modelo de la OMS de ambientes de trabajo saludables: vías de influencia, procedimientos y principios básicos (Ambientes de Trabajo Saludables:  un modelo para la acción. OMS 2010)

empresa saludable

Algunos beneficios de un enfoque de empresa saludable

 

  • Aumentar la motivación, implicación y compromiso de los trabajadores, mejorando el clima laboral y reduciendo la rotación no deseada.
  • Disminuir el absentismo, el presentismo, la accidentabilidad y las enfermedades de forma sostenida, mejorando el estado físico y mental de los empleados.
  • Incrementar la productividad y mejorar la competitividad.
  • Ser percibidos como una organización más creativa e innovadora.
  • Facilitar el cumplimiento sistemático de los requisitos legales en materia de prevención de riesgos laborales (PRL).
  • Optimizar los aspectos positivos de la organización.
  • Mostrar de forma ordenada las actuaciones que la empresa esté llevando a cabo en

esta materia, siendo potencialmente certificable u objeto de reconocimiento.

  • Facilitar la integración con otros sistemas (auditorías legales del Sistema de Prevención, Certificación OHSAS, iniciativas RSC, Empresa Familiarmente Responsable, etc.)
  • Mejorar la imagen de la empresa dentro y fuera de la misma, fortaleciendo la RSC.
  • Aumentar la rentabilidad de los recursos dedicados a la seguridad, salud y bienestar en la organización.

 

Algunas vías para la Certificación o el Reconocimiento como empresa saludable

No siendo una obligación legal, como ya se ha indicado, la certificación o reconocimiento de las actuaciones de empresa saludable le ofrecen a la organización la posibilidad de contar con una herramienta que ofrezca confianza a las distintas partes interesadas sobre su desempeño real en esta materia.

A lo largo del tiempo se han ido poniendo en marcha distintas iniciativas y modelos para la certificación o el reconocimiento. Sin ánimo de ser exhaustivos, podemos mencionar las siguientes:

INSST, Reconocimiento de Buena Práctica en PST

La puesta en marcha del proyecto “Empresas Saludables” responde al interés del INSST (antiguo INSHT) de reconocer el trabajo de las empresas en el ámbito de la mejora de la salud y bienestar de sus trabajadores, así como promover la cultura de la salud y el intercambio de experiencias empresariales.

Ser una Empresa Saludable significa, además del cumplimiento legal en prevención de riesgos laborales, gestionar la salud de los trabajadores desde un enfoque integral e integrado y considerar la salud en todas las políticas de la empresa.

Cualquier empresa u organización, con independencia de su tamaño, titularidad o sector, puede solicitar su adhesión y manifestar su compromiso con la Declaración de Luxemburgo y, si lo desea y cumple con los criterios de calidad elaborados por la ENWHP (European Network for Workplace Health Promotion), pedir su reconocimiento como buena práctica en promoción de la salud en el trabajo (PST).

Tras la adhesión a la Declaración de Luxemburgo, la organización interesada debe realizar una autoevaluación a través de un cuestionario que tiene como objetivo “ayudar a las empresas a evaluar la calidad de las intervenciones de promoción de la salud y favorecer la mejora continua de las mismas” (NTP 639: La promoción de la salud en el trabajo: cuestionario para la evaluación de la calidad. INSHT, 2003).

La evaluación está basada en unos criterios de calidad de la PST que están estructurados en seis áreas:

  • Estrategia y compromiso empresarial
  • Recursos humanos y organización del trabajo
  • Planificación de las intervenciones
  • Responsabilidad social
  • Desarrollo de las intervenciones
  • Resultados de las intervenciones

El proceso de reconocimiento por parte del INSST de un proyecto específico de promoción de la salud no es una auditoría. La solicitud de reconocimiento es voluntaria y como consecuencia cada aspecto del proceso de verificación es de apoyo, constructivo, y con vocación de desarrollo evolutivo. El reconocimiento tendrá una validez de tres años a contar desde su concesión. La empresa deberá renovar la información para mantener dicho reconocimiento.

 

Declaración de Luxemburgo

En el año 1997, la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo (ENWHP) elaboró la Declaración de Luxemburgo, documento consenso en el que se establecen los principios básicos de actuación y el marco de referencia de una buena gestión de la salud de los trabajadores en la empresa.

Desde entonces, múltiples organizaciones (entre ellas un grupo de empresas españolas) se han adherido a la Declaración de Luxemburgo, incorporando sus principios a las estrategias empresariales y a los servicios ofrecidos a sus clientes o asociados.

Las organizaciones que deseen adherirse a la Declaración de Luxemburgo:

– Se comprometen a poner en práctica los principios que en ella se defienden y a difundirla.

– Están dispuestas a compartir y promover sus conocimientos y buenas prácticas en el ámbito de la PST.

La Promoción de la Salud en el Lugar de Trabajo (PST) supone aunar los esfuerzos de los empresarios, los trabajadores y la sociedad para mejorar la salud y el bienestar de las personas en el lugar del trabajo. De acuerdo con lo expresado en la propia declaración, esto se puede conseguir:

  • Mejorando la organización y las condiciones de trabajo
  • Promoviendo la participación activa
  • Fomentando el desarrollo individual

La PST puede contribuir al objetivo de «gente sana en organizaciones sanas» si se basa en las siguientes premisas:

  • Todo el personal tiene que estar implicado (participación).
  • La PST ha de integrarse en todas las decisiones importantes y en todas las áreas de las organizaciones (integración).
  • Todas las medidas y programas han de orientarse hacia la solución de problemas: análisis de las necesidades, establecimiento de prioridades, planificación, ejecución, control y evaluaciones continuadas (proyecto de gestión).
  • La PST debe incluir medidas dirigidas al individuo y al ambiente desde varios campos; combinar la estrategia de control del riesgo con la de desarrollo de factores de protección y potenciadores de la salud (integral).

 

Premio Estrategia NAOS (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad)

Desde su lanzamiento en el año 2007, los Premios Estrategia NAOS reconocen a aquellos programas, intervenciones o iniciativas que contribuyen a propiciar hábitos de vida saludables para a la lucha contra la obesidad y otras enfermedades crónicas derivadas, a través de una alimentación saludable y la práctica regular de actividad física y que se desarrollen en el marco de los objetivos de la Estrategia NAOS.

Son uno de los reconocimientos más prestigiosos en materia de promoción de hábitos saludables en España y cuentan con una categoría específica en el ámbito laboral para reconocer a las organizaciones que se hayan distinguido por la capacidad para inculcar hábitos alimentarios saludables, promover la práctica regular de actividad física o ambos, entre sus empleados.

La Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) es una estrategia de salud que, siguiendo la línea de las políticas marcadas por los organismos sanitarios internacionales (Organización Mundial de la Salud, Unión Europea…), tiene como meta invertir la tendencia de la prevalencia de la obesidad mediante el fomento de una alimentación saludable y de la práctica de la actividad física y, con ello, reducir sustancialmente las altas tasas de morbilidad y mortalidad atribuibles a las enfermedades no transmisibles.

 

Certificación Empresa Saludable AENOR

AENOR, junto con otras organizaciones, ha desarrollado el Modelo de Empresa Saludable.

Este modelo establece los requisitos de un sistema de gestión (SIGES) para organizaciones comprometidas con los principios y recomendaciones internacionales existentes sobre empresas saludables y que quieren promover y proteger de manera continuada la salud, la seguridad, y el bienestar de los trabajadores y la sostenibilidad del ambiente de trabajo. El sistema de gestión, además, sigue el ciclo ya utilizado en otras áreas de Planificar-Hacer-Verificar-Actuar (o PDCA).

Es un sistema de certificación voluntario con requisitos auditables, aplicable a cualquier tipo de organización independientemente del sector y tamaño.

 

Certificación Sistema de Excelencia Empresarial Saludable (SEES) QuirónPrevención

QuirónPrevención propone un modelo de gestión encaminado a la consecución del objetivo de empresa saludable, bajo la premisa de que las personas son la esencia en una organización.

 

La Certificación del Sistema de Excelencia Empresarial Saludable (SEES) es una acreditación otorgada por una entidad de certificación (ajena a QuirónPrevención) que entrega el sello previa auditoría.

 

El proceso de consultoría y asesoramiento hacia la obtención del sello se inicia con una recogida de datos de cara a la elaboración de un manual que recoja los puntos importantes del SEES.

El siguiente paso es un proceso de auditoría interna en la que se mide el valor de las actuaciones recogidas en el manual, la implicación de los trabajadores y el proceso de comunicación interna para evaluar qué información conoce la plantilla sobre el sistema de prevención que tiene en marcha la organización.

Tras un trabajo de campo en las distintas sedes y con entrevistas a miembros de varias áreas, se elabora un informe en el que se dan a conocer las propuestas de mejora y puntos fuertes de la empresa. Terminada esta fase, una entidad de certificación reconocida se encarga de evaluar todo lo anterior mediante un proceso de auditoría tras el cual se otorga oficialmente el certificado. Existe una recertificación en ciclos bienales.

 

Gestión Empresa Saludable viBMÁS de SGS

Un tercer ejemplo de este tipo de modelos es este Sistema de Gestión cuya implantación, en 4 niveles, facilita a las empresas crear un entorno de trabajo seguro, sostenible y saludable. Todo ello se consigue mediante la integración de un modelo propio de Empresa Saludable dentro del Sistema de Gestión Empresarial.

El modelo consiste en un conjunto multidisciplinar de acciones cuyo objetivo es procurar el óptimo estado de salud físico, mental y social del colectivo de la organización. viBMÁS también se basa en las aproximaciones de empresa saludable de la OMS, OIT y de la Red Europea de Promoción de la Salud en el lugar de trabajo.

 

¿Moda pasajera o planteamiento estratégico? ¿Herramienta de marketing o interés genuino?

Decíamos al inicio que, aunque estas actividades no tienen una consideración de obligación legal (por el momento), cada vez hay más organizaciones interesadas en su puesta en marcha.

Se tenga o no el objetivo de optar al reconocimiento o certificación como empresa saludable, lo evidente es que la consolidación de estas prácticas requiere su integración en el sistema de gestión de la empresa y la formalización de las correspondientes políticas.

A pesar del dinero invertido, los programas resultarán inútiles si no se incluye la salud y el bienestar en el plan estratégico de la organización. Y para ello es fundamental partir de un diagnóstico inicial que permita establecer unos objetivos que estén justificados.

La realización de acciones que no obedecen a necesidades reales y bien identificadas puede terminar siendo valorado internamente en la organización como meras herramientas de márketing, “flores de un día” que no dejan el menor poso.

Conseguir un entorno de trabajo saludable requiere, por tanto, un plan sustentado, programado y consistente.

“Una empresa saludable no es aquella que, en un momento de su historia, recibe un premio, un certificado, un reconocimiento. Es una carrera de fondo SIN FINAL que debe adaptarse a las inclemencias del tiempo (los cambios en el mundo del trabajo) y aprovechar la aspiración (las oportunidades que se presenten) para conseguir una mejor salud y bienestar de sus trabajadores y el éxito y crecimiento de la organización” (D. Solé, Empresa saludable: ¿destino o carrera de fondo? Archivos de Prevención de Riesgos Laborales, 2017; 20 (2), 78-79)

 

La responsabilidad del éxito en una estrategia de este tipo debe ser compartida por todos en la organización, siendo indispensable que todas las partes colaboren para lograr una mejora continua.

 

Medición de resultados e impacto

El informe Trabajadores sanos en organizaciones saludables de la ENWHP (2004) reveló que invertir en PST es rentable porque:

  • Reduce la accidentabilidad y las enfermedades, especialmente las crónicas, lo que disminuye el gasto requerido para la atención de las mismas.
  • Genera un retorno de la inversión por un menor absentismo y, también, como ahorro en costes por enfermedad.
  • Reduce el presentismo; es decir, el hecho de acudir al trabajo enfermo o en condiciones de salud no óptimas (incluyendo un pobre estado emocional), por lo que el rendimiento es menor a cuando se está sano.
  • Disminuye los costes de los sistemas de protección, al reducir los gastos de atención sanitara, los costes por incapacidad (temporal o permanente), etc.

 

De acuerdo con los resultados de un reciente estudio sobre las iniciativas y proyectos de promoción de la salud en el trabajo que han llevado y/o están llevando a cabo las empresas españolas, realizado por Foment del Treball Nacional, con la financiación de la Fundación Estatal para la Prevención de Riesgos Laborales, algo más del 42% de las acciones llevadas a cabo en relación con proyectos de PST se habrían realizado sin tener en cuenta unos objetivos e indicadores medibles.

Como se concluye en el estudio, es necesario que las acciones en este ámbito obedezcan a objetivos formulados y a necesidades detectadas, disponiendo también de indicadores que permitan conocer su impacto y evolución.

Para aquellas organizaciones que estén interesadas en evaluar el retorno de su inversión en actividades de promoción de la salud y bienestar, una forma de avanzar en esta línea es utilizar la herramienta online que ha lanzado el INSST que, además, permite valorar la calidad metodológica de dichas iniciativas.

Este tipo de herramientas proporcionan a las empresas una forma de abordar el cálculo del retorno de la inversión realizada en programas de promoción de la salud y, de esta forma, estar en mejor disposición para demostrar a la alta dirección de estas la rentabilidad y bondad de la inversión en la materia.

Pero “no sólo de pan vive” la empresa saludable. La rentabilidad de las intervenciones de PST es requisito necesario, aunque para consolidar y mantener en el tiempo sus resultados, es preciso inculcar en la organización una auténtica cultura de la salud y el bienestar laboral, desplegada en la estrategia e imbricada en su sistema de gestión.

 

Federico Galán Martín.

Director Salud y Bienestar Laboral

Fundación Personas y Empresas

 

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