Voluntariado empresarial

Sonia Fernández, Voluntaria de la Fundación Personas y Empresas.

¿Por qué tienen tanto éxito las campañas solidarias que aparecen en los medios de comunicación? ¿Por qué se acaban tan rápido las entradas de los conciertos solidarios y los dorsales en las carreras solidarias?

Parece que nuestra conciencia social se despierta cuando oímos testimonios en los programas de televisión y mandamos sms casi por impulso sin importarnos cuál es el coste del mismo.

Parece que compramos una entrada para ese concierto aunque no nos gusten todos los artistas que van a cantar, basta con encontrar a alguien conocido para ir juntos.

Parece que no nos molesta ponernos las zapatillas de running y acabar el recorrido andando y charlando con un amigo o incluso con nuestros hijos.

El ser humano tiene el impulso de ayudar a los demás, impulso que no puede negarse en el ámbito empresarial.
La facilidad de llegada, seguridad en el entorno en donde se desarrollan estas actividades y el conocimiento de primera mano de los proyectos creo que son factores que animan a las personas a desarrollar y aflorar esta parte de su ser.

El voluntariado empresarial resuelve muchas de las dudas a las que un voluntario se enfrenta cuando decide ayudar:

• Es una acción que desarrolla mi empresa. Conozco a la persona que lo está organizando, me va a atender en horario laboral y resolver las dudas que surjan.
• Conozco de antemano las fechas en las que se va a desarrollar y sólo tengo que apuntarme.
• Veo los resultados de mi participación, mi empresa lo publica en la web o informa en los tablones.
• Si quiero implicarme más puedo preguntar en mi empresa por las fundaciones con las que trabaja.

Las empresas obtienen beneficios de estas acciones (fiscales, publicidad,…) pero me gustaría hacer hincapié en la de desarrollo personal de sus empleados y en motivación de los mismos.

Sabemos que los departamentos de Recursos Humanos deben de velar por el desarrollo profesional de sus colaboradores y también por su seguridad laboral. Pero, ¿es esto solo lo que buscan sus empleados? Ellos por encima de todo son personas, personas que se desarrollan poniendo en práctica sus valores. Si la empresa proporciona un espacio en el cual sus empleados puedan aflorar todos estos valores, ¿no tendremos personas más plenas en nuestra organización?.

Pero no solo participando en jornadas de voluntariado organizadas por las empresas tiene un beneficio para el desarrollo profesional y personal de sus empleados, sino que pueden promover una mejor comunicación entre los participantes en su ámbito profesional e incluso entre los distintos departamentos rompiendo algunos juicios o prejuicios que se han ido fabricando y que no suelen ayudar al desarrollo profesional y rendimiento de nuestros colaboradores.

No olvidemos que lo más valioso en nuestras organizaciones son las personas y la empresa tiene la obligación moral o ética de hacer un desarrollo integral de las mismas dentro de su campo de actuación. ¿De qué mejor manera puede devolver la empresa a la sociedad lo que recibe de ella en el desarrollo de su negocio?