Teletrabajo, una herramienta que suma a los ODS

 En Curiositá, Perspectiva ODS

Teletrabajo, una herramienta que suma a los ODS

Asunción Berzal. 

Directora técnica de Fundación Personas y Empresas.

Todos estos meses de experiencia en teletrabajo nos han dejado muchos aprendizajes y han reducido gran parte de los estereotipos que teníamos sobre el mismo: productividad, organización, trabajo en equipo, etc. Lejos ha quedado bajar a tomar un café y lo echamos de menos, pero también en el camino nos hemos dejado mucho tiempo de trayecto hasta que llegamos a la oficina y eso creo que no lo echamos de menos.

A principios de este año, los países y la sociedad en general teníamos en mente como alcanzar los compromisos para 2030 de los ODS. El cambio mundial al que nos estamos enfrentando ha tenido graves repercusiones económicas, pero si ponemos foco en algunos ODS estos han visto como sus objetivos para esa fecha cobraban más cercanía. Claro ejemplo de esta situación es el ODS 13: Acción por el clima, lejos estamos de esas imágenes que veíamos en marzo y abril en la que animales de campo se paseaban por los centros urbanos, pero la gran reducción en viajes tanto terrestres como aéreos junto a la considerable disminución de personas que cogen transporte público o privado para ir al trabajo esta bajando considerablemente la huella de carbono y el impacto en el planeta. La tendencia así mismo a que tras el paso de esa situación la incorporación al trabajo en oficinas sea mixta con lo cual lograremos mejorar y mantener este aspecto.

Hasta ahora, eran pocas las empresas que apostaban por equipos de trabajo de distintas ciudades o países, se primaba la cercanía y las oportunidades para encontrar un trabajo digno y de calidad pasaba por trasladarse a grandes ciudades que eran foco de trabajos mejores, menos basados en manufactura de productos. Es en este punto donde el teletrabajo incide en el ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico, pero también en el ODS 3: Salud Laboral. Todos sabemos que la vida en las grandes ciudades no es el contexto más saludable por contaminación, estrés, tiempo invertido en transporte para ir a trabajar, etc. El despliegue de red y el desarrollo de múltiples herramientas para reuniones virtuales ya estaba ahí, pero no lo hemos visto hasta que no lo hemos necesitado, muchas han sido las personas que han optado por irse fuera de la ciudad durante el confinamiento y con ello han equilibrado trabajo y salud. Por ende, las poblaciones pequeñas donde antes solo se veraneaba y languidecían en invierno se han vuelto llenar de vida y sus economías han crecido.

Si miramos un poco más allá, esto nos permite no buscar talento solo dentro de “casa”, ahora el límite es el mundo, no solo para las empresas sino también para muchas personas que se forman en sus países, pero a las que sus “mercados locales” no pueden absorber y acaban optando a puestos de menor nivel que sus estudios. Un desperdicio de talento para las empresas, y un coste muy alto en perdida de oportunidades para personas que viven en países y territorios lejanos a los centros clásicos de empleo pero que tienen mucho que aportar y que quieren optar a un trabajo digno y bien remunerado.

Por otra parte, y, continuando con el foco en el ODS 8 en materia de trabajo, hemos de tener en cuenta que alrededor de un 25% de personas con discapacidad están en situación de desempleo. Cada día hay más empresas que abogan por la integración de personas con discapacidad en su plantilla buscando una mayor equidad y diversidad en ellas, pero también es cierto que no todas tienen sus instalaciones preparadas, y es en este aspecto donde el teletrabajo puede ser una herramienta muy útil para facilitar dicha incorporación.

Y, para terminar, me gustaría que reflexionásemos sobre la contribución del teletrabajo en relación con el ODS 5 que apoya la igualdad de género. Hasta ahora, más de un 70% de las personas que abandonan su trabajo o reducen su jornada laboral para poder cuidar a personas dependientes son mujeres. La apertura de opciones de teletrabajo añade una nueva dimensión a esta estadística, pues debe permitir que menos mujeres abandonen sus empleos y pierdan menos oportunidades. No obstante, para conseguir un avance significativo en este ODS 5, desde las empresas se debe contemplar políticas que equiparen la posibilidad de acogerse a la modalidad de teletrabajo a cualquier persona solo ateniéndose a la posibilidad de que el mismo pueda hacerse en esta modalidad, pues cuantos más hombres se acojan a ella y sean corresponsables con el cuidado de las personas dependientes más avanzaremos en una igualdad de oportunidades en el trabajo.

El momento vital y económico que estamos viviendo es complicado, pero hay que seguir luchando por alcanzar los objetivos marcados para 2030 y si el teletrabajo nos ayuda a ello, bienvenido sea. Exploremos sus opciones y adoptemos lo que más favorezca la inclusión, la igualdad, la salud y el bienestar y la salud de nuestro planeta.

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